Santuario ▲

7/5/16

Palabras vuelan en mi mente como pájaros enfurecidos, arañandome la conciencia, comiendo mi razón.

13/5/14

Senseless.

Por mis venas corren metáforas enlatadas, más frías que hielo, que queman más que mil llamas. Mi silencio nunca fue un arma, solo el eco de mis gritos rebotando en tu cabeza vacía. Y si vacía tu cabeza, vacíos mis sentimientos. No te confundas, lo mio por ti no es odio, es un café de indiferencia cargado de hastío por tu persona. Si buscas algo no lo encuentras y si no lo haces, aparece; tal vez sea por eso que escondí tanta repugnancia dentro de mi, que ahora me desborda y te gotea en la cara.



8/2/14

Mundo.

s Fotos | via Facebook 

Discordia, ruido, desorden. La vida en sí y nuestra existencia junto a ella se basa meramente en un conjunto de hechos ilógicos al que intentamos darle forma. Tal vez sea nuestra cuadriculada mente la que insiste en encontrar el final de este inmenso y liado laberinto que supone el estar vivo; o tal vez sea solo el miedo irracional a lo desconocido. Dicen que no hay mayor tortura que la incertidumbre ante el mañana, mas esos no han probado el sabor metálico y frío de el desconocimiento ante la propia existencia.
El tiempo que se nos escapa entre las manos no es más que un puñado de mentiras y reglas que abrazan la incongruencia. Cierto es que estamos desesperados por una coherencia y un sentido del todo que no existe, ni nunca existió más que en nuestras pobres y fáciles mentes.

30/4/13

+Exilio mental de una vieja botella.

 Impotencia al ser mi cabeza un río de letras que fluyen en un sinsentido sin desembocadura. Las manos se vuelven torpes, la mirada lenta, la palabra pesada y el cuerpo inútil. La mente está encharcada, sus esquinas están rotas, gastadas, concomidas por la corriente. Ya solo queda una pequeña conciencia, que se resiste a la inundación. Una ridícula embarcación en un océano que ruge. 
Y el tiempo corre, pero a cámara lenta, y las horas pasan, pero no se van. La presión intenta despertar a esa que es mi alma dormida, consumida por el agua, pero se resiste y se resistirá, porque ella ha encontrado la paz en la marea, y se aferra a ella, casi despegándose de la vida, unida solo por el fino hilo que es el murmullo de la inercia. 




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